Las compulsiones se consideran como comportamientos
repetitivos para aliviar la angustia generada por obsesiones tales como
pensamientos, ideas y fantasías que producen malestar y a su vez la persona que
las padece siente que son intrusas y ajenas a ella, por lo tanto, busca reducir
o prevenir el malestar ocasionado haciendo uso de este tipo de conductas
recurrentes. Las obsesiones pueden basarse en temas relacionados con la
contaminación, la duda, el orden e impulsos agresivos, entre otros.
Las compulsiones se encuentran asociadas con el
contenido de la obsesión, por ejemplo, en el caso de la bulimia, el impulso de
vomitar, correspondería a una conducta como consecuencia de la obsesión de no
engordar, característica predominante en personas que presentan esta
enfermedad.
Entre otro tipo de compulsiones puede encontrarse la
necesidad excesiva de buscar comprobación y confirmar de manera repetitiva el
amor de la persona amada, lo cual trae consigo emociones como el miedo y
sentimientos de inseguridad. Tal compulsión suele aparecer tras la idea
obsesiva de la duda, por lo tanto, la persona por medio de la compulsión
pretende disminuir la inseguridad y el miedo. Aunque tal conducta recurrente
puede aliviar el malestar generado por el contenido de la obsesión, este alivio
es momentáneo, por lo tanto, tiempo después, tal comportamiento va
convirtiéndose en un círculo vicioso dañino que afecta a la persona que padece
de este trastorno obsesivo-compulsivo.
Para combatir este trastorno es necesario recibir
ayuda profesional y encontrar por medio de ésta la causa de la obsesión para
que estas ideas consideradas como ajenas disminuyan de tal manera que las compulsiones
puedan terminarse.
REFERENCIA
Ibáñez, I., Olmedo, E., Peñate, W., & González,
M. (2002). Obsesiones y compulsiones: estructura del Inventario de Padua. International Journal of Clinical and Health
Psychology, 2 (2), p. 263-288.
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