miércoles, 31 de julio de 2013

Las compulsiones se consideran como comportamientos repetitivos para aliviar la angustia generada por obsesiones tales como pensamientos, ideas y fantasías que producen malestar y a su vez la persona que las padece siente que son intrusas y ajenas a ella, por lo tanto, busca reducir o prevenir el malestar ocasionado haciendo uso de este tipo de conductas recurrentes. Las obsesiones pueden basarse en temas relacionados con la contaminación, la duda, el orden e impulsos agresivos, entre otros.


Las compulsiones se encuentran asociadas con el contenido de la obsesión, por ejemplo, en el caso de la bulimia, el impulso de vomitar, correspondería a una conducta como consecuencia de la obsesión de no engordar, característica predominante en personas que presentan esta enfermedad. 

Entre otro tipo de compulsiones puede encontrarse la necesidad excesiva de buscar comprobación y confirmar de manera repetitiva el amor de la persona amada, lo cual trae consigo emociones como el miedo y sentimientos de inseguridad. Tal compulsión suele aparecer tras la idea obsesiva de la duda, por lo tanto, la persona por medio de la compulsión pretende disminuir la inseguridad y el miedo. Aunque tal conducta recurrente puede aliviar el malestar generado por el contenido de la obsesión, este alivio es momentáneo, por lo tanto, tiempo después, tal comportamiento va convirtiéndose en un círculo vicioso dañino que afecta a la persona que padece de este trastorno obsesivo-compulsivo.


Para combatir este trastorno es necesario recibir ayuda profesional y encontrar por medio de ésta la causa de la obsesión para que estas ideas consideradas como ajenas disminuyan de tal manera que las compulsiones puedan terminarse.

REFERENCIA

Ibáñez, I., Olmedo, E., Peñate, W., & González, M. (2002). Obsesiones y compulsiones: estructura del Inventario de Padua. International Journal of Clinical and Health Psychology, 2 (2), p. 263-288.

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