martes, 11 de junio de 2013

El acto de hacerse daño a uno mismo como respuesta a una emocionalidad negativa representada por depresión, ansiedad, rabia e incluso culpa va ligado a diferentes explicaciones tales como biológicas y psicológicas.


Entre las psicológicas se encuentran problemas y discusiones familiares, humillación, vergüenza, irritabilidad, decepción, entre otras. Con respecto al aspecto biológico, el cual se abordará en este artículo, se ha encontrado según Scilletta (2012) que la realización de cortes en la piel produce la liberación de endorfinas, las cuales son sustancias químicas que el propio organismo produce. Estas son efectivas para disminuir el estrés, generando calma, promoviendo un estado de bienestar y principalmente disminuyendo el dolor. Por lo tanto, el acto de llevarse a cabo cortes de manera repetitiva en la piel produce la liberación de las endorfinas que viajan por el torrente sanguíneo porque el organismo necesita de algo que lo ayude a combatir y luchar contra el dolor ocasionado por los cortes. Debido, a la sensación de alivio momentáneo mientras dura el efecto producida por las endorfinas es que se podría decir a nivel biológico, que las autolesiones se realizan de manera repetitiva y las personas se van haciendo adictos sus propias endorfinas. Estas sustancias químicas poseen entre sus funciones generar bienestar pero en el caso de los cortes provocados por uno mismo las endorfinas son peligrosas y dañinas porque pueden ser la base de un círculo vicioso difícil de salir.


Este factor de riesgo biológico entrelazado con los psicológicos, familiares y sociales pueden ser desencadenantes de las autolesiones siendo los cortes la herida autoinfligida más común cuyo objetivo no es el suicidio. Es una manera perjudicial para expresar el dolor emocional intenso. Es un alivio momentáneo de un dolor psicológico convertido en físico pero que sigue siendo interno y que se torna repetitivo. Por lo tanto, las personas que se provocan los cortes llegan a ser adictos a sus propias endorfinas, debido a esto, el acto de autolesionarse se vuelve repetitivo. Incluso, se puede presentar síndrome de abstinencia si no se cortan durante un lapso de tiempo.


REFERENCIA
Scilletta, D. (2012). Aplicación de un método de investigación sistemática al discurso de pacientes que se autoinfligen cortes en piel. Contrate entre los diferentes resultados obtenidos. Editado en Aproximación al análisis de datos cualitativos. Aplicación en la práctica investigativa. Editorial de la Universidad del Aconcagua, Tomo I, capítulo 10.


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